En diferentes ocasiones hemos escuchado noticias que apuntan a las vacaciones como un periodo de amenaza para la pareja. En unos casos se señala que al término de las mismas aumenta significativamente el número que inician los trámites de separación, se llega a hablar de que uno de cada tres divorcios se inician después de las vacaciones estivales. Otras informaciones apuntan a que es un tiempo propicio para la infidelidad conyugal. En todos los casos, parece que la causa de la amenaza está en que en este periodo aumenta el tiempo de convivencia entre la pareja... y curiosamente ese es el problema. Es paradójico que la convivencia sea el virus mortal de la pareja.
Me resisto a pensar que esto puede ser cierto y más bien, como un auténtico iluso, pienso que las vacaciones son una oportunidad para las relaciones y que la convivencia no es el virus, sino el agua que riega y refresca la relación.
Les propongo algunas cosas sencillas que pueden hacer para que esto sea así:
- Provoque la comunicación y escuche a su pareja. Hablen sobre sus proyectos, temores, ilusiones, sobre ustedes mismos, sobre cómo ven a su pareja, sobre los hijos... hablen y escuchen. Apaguen el móvil, la tele, la radio... y escuchen mirándo a los ojos. En vacaciones no hay prisa, ni estrés... hay más tiempo.
- Compartan actividades de la vida cotidiana: limpiar la casa, cocinar, poner lavadoras, tender, planchar, atender a los hijos, ver la tele, ir al super...
- Aprovechen para pasear juntos, tomar café fuera, salir de cañas, jugar... Si tienen ocasión de salir de vacaciones, aprovechen y disfruten juntos.
- También es un momento excepcional para que las relaciones íntimas se cuiden con más tiempo, más tranquilidad, más delicadeza, más comunicación...
- Por último, la convivencia durante este tiempo, también implica respetar momentos y espacio de intimidad y soledad de cada miembro, cuando se necesita y se demanda; incluso de relación con otras personas como familiares y amigos.
Seré un iluso, pero creo que las vacaciones son una oportunidad, no una amenaza: aprovéchenlas.
www.jesusjarque.com
8 comentarios en “Vacaciones y pareja: no son una amenaza, sino una oportunidad”
Mariale dijo:
Muy útil tu artículo en estos días, de verdad que cuesta mucho llevar la relación en estos días donde todos estamos en casa, espero que con la puesta en marcha de algunas de tus atractivas sugerencias, podamos cultivar mejor la relación.
de nuevo gracias, espero que no fallen las técnicas de comunicación ahora. 😉
Estimada Mariale: Sí es complicado, porque no estamos acostumbrados a «tanta convivencia». En todo caso, estamos con la persona que elegimos. Ya me contarás qué tal.
La mejor época del año con mi pareja son las vacaiones; podemos disfrutar de compartir tiempo que el resto del año nuestras diferentes ocupaciones nos impiden, encontramos ratitos para ser pareja y no sólo papás (eso si con la inestimable ayuda de los abuelos), compartimos tareas, llevamos a cabo planes que el resto del año no podemos hacer por falta de tiempo y nos cubrimos el uno al otro con los niños para obtener un ratito para nosotros mismos que más que necesario creemos imprescindible, vamos que «ambos» pensamos en lo que el otro puede necesitar e intentamos que consiga ese pequeño placer, que durante el resto del año es difícil de obtener debido a las obligaciones de la vida cotidiana.
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8 comentarios en “Vacaciones y pareja: no son una amenaza, sino una oportunidad”
Muy útil tu artículo en estos días, de verdad que cuesta mucho llevar la relación en estos días donde todos estamos en casa, espero que con la puesta en marcha de algunas de tus atractivas sugerencias, podamos cultivar mejor la relación.
de nuevo gracias, espero que no fallen las técnicas de comunicación ahora. 😉
Estimada Mariale: Sí es complicado, porque no estamos acostumbrados a «tanta convivencia». En todo caso, estamos con la persona que elegimos. Ya me contarás qué tal.
La mejor época del año con mi pareja son las vacaiones; podemos disfrutar de compartir tiempo que el resto del año nuestras diferentes ocupaciones nos impiden, encontramos ratitos para ser pareja y no sólo papás (eso si con la inestimable ayuda de los abuelos), compartimos tareas, llevamos a cabo planes que el resto del año no podemos hacer por falta de tiempo y nos cubrimos el uno al otro con los niños para obtener un ratito para nosotros mismos que más que necesario creemos imprescindible, vamos que «ambos» pensamos en lo que el otro puede necesitar e intentamos que consiga ese pequeño placer, que durante el resto del año es difícil de obtener debido a las obligaciones de la vida cotidiana.
Estimada Ana: gracias por tu comentario y por compartir tu experiencia. Me alegro de que puedas vivir así las vacaciones