Hace unas semanas mis papás me dijeron que voy a tener un hermanito. Mi mamá me ha explicado que está dentro de su barrigita ¿cómo habrá llegado hasta allí? Pero es verdad, ahora se le nota más grande. Ella dice que tiene que crecer dentro antes de poder salir y que dentro de poco podré sentir cómo se mueve.
Cuando me lo dijeron me alegré: ¡Qué bien! voy a tener un hermanito para poder jugar, hablar... ya no estaré sola y será divertido. Pero desde hace unos días no paro de darle vueltas a la cabeza y no sé si es una buena idea eso de tener un hermanito.
La culpa la tiene David que me ha empezado a decir algunas cosas sobre ello. Él ya tuvo un hermano y
sabe de qué habla.
Lo primero que me dijo es que
todo el mundo habla del hermano y ya nadie se acordará de ti. Eso es verdad. Últimamente a mamá solo le preguntan por el niño... y eso que todavía no ha nacido. Además no hacen más que hablar de él y de comprar cosas para cuando nazca.
David también me contó que
cuando nace ni habla, ni juega: solo duerme, llora y toma el pecho de mamá. Así que al principio tampoco es tan divertido... También me dijo que cuando es mayor sus papás siempre
le encargan de que lo cuide cuando ellos no pueden estar. ¡Bueno, bueno...!
¡Ah! y también me ha dicho: -
Que sepas que una vez que llegue tu hermanito, dejarás de ser la reina de la casa. Ahora será él. No sabía que yo era una reina...
Aunque a mí lo que más me preocupa no es eso.
Lo que de verdad me preocupa es saber por qué mis papás han decidido tener un hermanito ¿es que no están contentos conmigo? ¿Es que ya se han cansado de mí y quieren otro niño en casa?
Bueno, no lo sé. David se queja de su hermano, pero siempre está hablando de él, juega con él
y lo quiere mucho. Lo sé, David está muy contento de tener un hermanito y creo que yo llegaré a estarlo.
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4 comentarios en “Voy a tener un hermanito”