El término protocolo se ha generalizado y forma parte ya parte de nuestro vocabulario habitual. En esta entrada sabrás lo que es un protocolo, por qué se utilizan en diferentes ámbitos y la necesidad que tiene la educación de disponer de este tipo de protocolos.

El protocolo responde a la pregunta qué hacer en caso de…

La palabra protocolo se utiliza en diferentes ámbitos como la ceremonia, la medicina, la seguridad... y también en educación. El protocolo es el procedimiento establecido para resolver determinadas situaciones problemáticas. Por tanto, se trata de los pasos que hay que seguir y las decisiones que hay que adoptar a lo largo de un proceso. Se puede decir que un protocolo resuelve una pregunta clave: “qué hacer en caso de…” Imaginemos la siguiente situación que puede darse en el campo escolar: “un alumno presenta dificultades de lectoescritura a lo largo del primer curso de Primaria”. El protocolo establece las acciones que hay que llevar a cabo en estos casos;  resuelve la pregunta qué hacer cuando un alumno tiene dificultades de lectoescritura en el primer curso de Primaria.

El protocolo establece el procedimiento a seguir

Los protocolos establecen cuándo deben iniciarse, los pasos a seguir y las decisiones que hay que tomar según determinadas circunstancias, a lo largo del proceso para solucionar el problema. En el ejemplo que ilustra esta entrada, “un alumno presenta dificultades de lectoescritura a lo largo del primer curso de Primaria”, el protocolo debería indicar:

1. Cuándo se considera que hay que poner en marcha el protocolo: en qué fase del curso, con qué tipo de dificultades.
2. Cuáles son los primeros pasos a seguir, por ejemplo, reforzar desde casa, reforzar en el colegio;
3. Los pasos siguientes si las medidas anteriores no solucionan el problema, por ejemplo, realizar una evaluación psicopedagógica para conocer puntos fuertes y débiles.
4. Las medidas extraordinarias que deben adoptarse a partir de la evaluación psicopedagógica.
5. Etc.

Por qué se usan protocolos

Los protocolos se utilizan en las diferentes disciplinas por los siguientes motivos: 1º. Para evitar tener que buscar soluciones y tomar decisiones cada vez que surge el mismo problema. En el ejemplo que está ilustrando el artículo, el protocolo sirve para no tener que pensar qué se puede hacer, cada vez que un alumno presenta dificultades para adquirir la lectoescritura en el primer curso de Primaria. 2º. El protocolo se diseña como la mejor opción para resolver un problema. De esta forma se garantiza que todo el mundo actuará siguiendo el mejor procedimiento para resolver un problema. Si en los colegios se ha establecido a partir de la experiencia, cuál es la mejor forma de actuar cuando un alumno no adquiere la lectoescritura el primer año de Primaria, se asegura que siempre se optará por la mejor respuesta a este problema.

El protocolo es dinámico

Generalmente el protocolo no suele ser algo que se diseñe de una vez para siempre. Lo habitual es que los protocolos se vayan mejorando con la práctica y la experiencia. Cuando se aplican, se van descubriendo errores, puntos débiles que poco a poco se van mejorando. Por eso los protocolos se revisan y se mejoran. En el ejemplo de los alumnos que tienen dificultades para adquirir la lectoescritura, se pueden ir mejorando diferentes aspectos del protocolo: cuándo debe iniciarse, las primeras medidas que se deben adoptar, el procedimiento de evaluación psicopedagógica, etc.

Ventajas e inconvenientes de los protocolos

Las ventajas de utilizar protocolos de actuación es que establecen un procedimiento, un camino a seguir que se ha comprobado que es la mejor opción. Eso evita tener que improvisar y facilita tomar las decisiones y abordar de manera eficaz las situaciones problemáticas. El inconveniente del protocolo es que no es perfecto y en ocasiones, no puede resolver toda la casuística o resolver imprevistos. Por eso, los protocolos deben tomarse como una referencia general, pero dejando siempre la puerta abierta a cambiar las decisiones en función de las circunstancias.

¿Existen protocolos unificados en educación y pedagogía?

Muchos tenemos como modelo de protocolos el campo de la medicina. A nivel global, la Organización Mundial de Salud, tiene establecidos protocolos para actuar en la mayoría de las casuísticas médicas. Y cuando surgen situaciones novedosas, como ocurre con determinadas epidemias, la OMS, va estableciendo protocolos de actuación. Es una auténtica suerte contar con estos protocolos, porque todos los especialistas del mundo disponen de un procedimiento a seguir que, con la experiencia de millones de profesionales, se ha demostrado ser el más eficaz. En el campo educativo y de la pedagogía estamos a años luz de esta situación. No solamente no existe un organismo mundial que establezca protocolos pedagógicos, sino que tampoco existen a nivel nacional o local. Existen algunos protocolos autonómicos para cuestiones como el control de absentismo, acoso escolar, matriculación de alumnos… Si lo piensas, al menos en España, no existe un protocolo para enseñar a leer, para enseñar a escribir, para enseñar a calcular… No existe. Aquí el protocolo es “cada maestrillo tiene su librillo”, que tampoco es que sea ineficaz… pero seguro que no es el mejor procedimiento.

Un reto para la pedagogía

Yo echo en falta protocolos pedagógicos unificados para situaciones cómo:

1. Detección precoz de dificultades de aprendizaje
2. Intervención en las diferentes tipologías de alumnado con necesidades especiales
3. Intervención cuando hay dificultades de lectura, escritura, cálculo
4. Intervención cuando hay abandono de los estudios.
5. Etc.

En España tenemos la Sociedad Española de Pedagogía de la que soy miembro. Desde aquí les lanzo el reto de ir diseñando protocolos de actuación en el ámbito de la pedagogía y la educación, que se estudien en las facultades de Educación y que se apliquen en los centros educativos. ¿Es pedir demasiado?

Postdata

• Los protocolos son procedimientos que vienen a resolver la pregunta ¿qué hacer en caso de...?
• En Educación y en Pedagogía necesitamos disponer de este tipo de protocolos.
• Ya escribí en otro espacio que "necesitamos otra pedagogía"